Leo los diarios de Andrés Trapiello con interés y constancia. Su poesía merece la misma atención.
" Se volvieron azules los huertos y lagares
y se doró la torre. En el redil se oye
hace rato al rebaño y huele el aire a lana.
Es la hora en que callan sus temores los novios,
la hora en que los hombres, sentados a la puerta,
no parecen mezquinos ni serviles ni crueles
porque miran al cielo y esperan en silencio.
La hora en que Leopardi escuchaba a lo lejos
las traiciones del gallo y el temblor de la luna.
La hora en que fracasas y hay mundo en otra parte.
Cansada tengo el alma, como Don Juan la espada "
Andrés Trapiello.
( Foto de George Rodger )
No hay comentarios:
Publicar un comentario