Su mirada melancólica tiene rendijas luminosas. Los cuentos de Italo Calvino no dejan indiferente.
" En el Tonel de Diógenes Felice el veterano empezaba a apilar las mesas. Emanuele había quedado abandonado en una silla, la barbilla caída sobre el pecho y el sombrero informe apoyado en la nuca. Iban a arrestarlo a él también, pero el oficial de marina que dirigía la operación había hecho averiguaciones e hizo señas para que lo dejaran. Y el oficial también se había quedado y ahora en el local estaban ellos dos : Emanuele desolado en su silla y el oficial de pie delante de él, de brazos cruzados, Cuando tuvo la seguridad de que estaban solos, el oficial sacudió al gordinflón por un brazo y empezó a hablarle. Felice se acercó para hacer de intérprete, con la sonrisa irónica en su negruzca cara de zapatero.
- Dice que si le puedes conseguir una chica a él también- le dijo Emanuele.
Emanuele parpadeó un poco y dejó caer de nuevo la barbilla sobre el pecho.
-Usted, a mí, chica- decía el oficial-; yo, a usted, dólares.
" Dolares " Emanuele se refrescaba las mejillas con el pañuelo. Se puso de pie. " Dolares ", repetía, " dolares ".
Salieron juntos. Por el cielo volaban unas nubes nocturnas. En lo alto el faro del muelle seguía haciendo guiños acompasados..."
Italo Calvino (1923-1985 )
( Foto de Brassaï )
2 comentarios:
La policía y las prostitutas siempre se encuentran por una causa o por otra, se mueven en el mismo campo de batalla, así ha sido siempre y así sigue siendo.
Saludos
Sos una adicción para mí Almirante, entrar a tu bitácora es un viaje asegurado a diferentes playas de las letras, con excelentes melodías.
Gracias por entregarte y brindar este placer!!
Un beso
Publicar un comentario