El amor veneciano de Rilke, se llamaba Adelmina Romanelli. Un amor nacido en la llamada Casa rosa. Carta de 1907.
" Venecia, 26 de noviembre hacia media noche.
Mi querida y hermosa Amiga :
Solo por primera vez con su retrato debo escribirle, en el silencio de la noche veneciana. Por muy breve que sea esta carta, tendrá siempre el mérito de haber sido la primera. Habrá otras que le repetirán lo que ésta va a decirle con toda ingenuidad :
Qué feliz soy por haberla conocido, hermosa y admirable en todo como usted lo es. Aprehendo su belleza como un niño a quien se cuenta una hermosa historia. Admiro eso en que usted se ha convertido sufriendo sinceramente. Su corazón se ha engrandecido donde otros perecen. No lo olvide jamás. No se encierre en un destino, siga siendo lo que es; conserve las alas de ángel que le permiten entrar en una vida que le ha aguardado sin saberlo. Esas mismas alas son las que la llevan hacia su Arte. Tome todo su impulso e imponga como una ley, a quienes se crucen en su camino, su belleza y su alma. Permanezca tranquila, Querida mía, en todo lo que le sucede: está usted salvada.
Después de todo lo que hemos hablado, lo que hemos sentido juntos durante esos días, es muy natural que la ame. Es preciso devolver a esa palabra su antigua grandeza: para eso la pronuncio; de lejos: porque he cargado con toda mi soledad; de cerca: porque aquellos a quienes amo me ayudan infinitamente a soportarla.
Más tarde me parecerá siempre haber pensado, en el momento en que la vi por primera vez : pero si es ella, es Mimí. Pues la amo desde siempre. Pero la amaré más aún desde que la conozco.
Buenas noches, querida Amiga, es demasiado tarde para escribir. Y muchas gracias a usted y a su buena y querida hermana: reposo infinitamente en su bondad.
Suyo "
Rainer María Rilke ( 1875-1926 )
( Foto de Carlo Ponti )
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