Unos días en Ronda calma el espíritu y ahuyenta tristezas. La ginebra " 1895 "- elaborada por la destilería de los hermanos " Ruiz Iborra "- es excelente, sin mácula.
Una vieja amiga me devolvió, hace semanas, " la mujer justa "; antes de poner el libro en su sitio, lectura de fragmentos olvidados.
" Mujeres. ¿ Te has fijado en el tono indeciso y desconfiado con el que los hombres pronuncian esa palabra ? Como si hablasen de una tribu rebelde, que está controlada pero no del todo rendida, siempre dispuesta a la revuelta, conquistada pero no sometida. Y además,¿ qué significa ese concepto en la vida diaria ? Mujeres... ¿ Todo ? ¿ Nada ? ¿ Momentos ? El hombre vive, desea, se prepara para el encuentro, copula; luego se casa y experimenta junto a una mujer el amor, el nacimiento, la muerte; luego se vuelve a mirar unas pantorrillas en la calle, pierde la cabeza por una espléndida melena o por el beso ardiente de unos labios; y mientras yace en alcobas burguesas o en camas chirriante de mugrientas habitaciones por horas en hostalillos de callejuelas secundarias , siente que está satisfecho, y a lo mejor se muestra magnificamente generoso con alguna mujer. Los enamorados lloran y se prometen eterna fidelidad, juran permanecer siempre juntos, ayudarse y apoyarse; vivirán en la cima de una montaña o en una metrópoli... Pero luego pasa el tiempo, un año, tres años, un par de semanas- ¿ te has fijado que el amor, como la muerte, tiene un tiempo que no se puede medir con el reloj ni con el calendario?-... "
Sándor Márai ( 1900-1989 )
( Foto de Walfred Moisio )