" PRAVDA "

               
                Paseo por la ribera del río. En un bar, periódico y miradas.

            En casa, charla con Gregor von Rezzori.

      " Esto chocaba con la pasión que ella tenía por el arte, con su fervorosa entrega a cualquier tipo de arte : caminaba sobre las puntas de los pies para acercarse tanto a un cuadro de Pollock como a la " Piedad " de Miguel Angel en la basílica de San Pedro; escuchaba la música atonal con la frente tan inclinada como cuando oía una sinfonía de Beethoven; seguía una obra de teatro de Beckett conteniendo la respiración en la misma forma que cuando veía un montaje mortalmente aburrido de " Wallenstein " de Schiller; un poema de Eliot la transportaba al mismo éxtasis que el Ballet Bolshoi en " El lago de los cisnes "; devoraba un sinfín de novelas : a Grass con idéntica fruición que a Canetti, a Bellow con el mismo entusiasmo que a Muriel Spark.
     - Te emborrachas con todo eso como otros con cerveza- le decía él para provocarla, y ella mordía el azuelo de inmediato y le propinaba una conferencia sobre la novela, desde " la princesa de Clèves " hasta Robbe-Grillet.
     El escuchaba hasta el final y luego decía :
     - Mientras te consumes, yo invento. Eso que cuentas de la necesidad de identificarse con los héroes ( o antihéroes últimanente ), yo lo consigo sin esfuerzo: soy mi protagonista.
    El la había amado, estaba decepcionado y como no quería compartir la responsabilidad del fracaso había registrado todos y cada uno de los defectos de ella : era tonta, tan sencillo como eso. Hermosa y tonta y pseudointelectual. Odiaba la mezquindad, la literalidad, el ciego servilismo con que ella se abocaba a sus "intereses intelectuales". Obviamente también el psicoanálisis formaba parte de su campo  de intereses; ella conocía sus reglas como una alumna de convento el catecismo, sólo que era aún más devota : medía todo con el rasero freudiano y no dudaba un instante en hacer los juicios más contundentes. El hubiera querido no oír lo que ella tenía que decir respecto a su licenciosa relación con la verdad "

           Gregor von Rezzori ( 1914-1998 )

           ( Foto de Henri Cartier-Bresson )