jueves, 14 de noviembre de 2013

" JUEGO Y DISTRACCIÓN "


               Cada libro de James Salter lo leo del tirón. A las mujeres de sus novelas, les pongo rostro y creo conocerlas.

      " Me he preguntado muchas veces, en restaurantes, frente a platos vacíos, en cafés donde sólo queda el camarero, que si las cosas sufrieran algún vuelco, por accidente, ¿ podría ella (sueño) llegar a ser mía ?... Me miro en el espejo. El pelo ralea. Una cara marcada de arrugas, cortes, casi, que definen mis expresiones. Brazos fuertes. Me invento todo esto. Los ojos de un hombre inteligente y perezoso, un hombre apasionado...
     Ella se quita la chaqueta. Esos pechos espléndidos iluminan la habitación. Se despoja de la falta y uno sólo tiene hambre de ella, de esa ella complaciente, tan dispuesta a ceder. La descubrí por medio de miradas, miradas exhaustas en un club nocturno, y la confirmé sólo en el silencio, furtivamente, y ahora todo esto apresa mi conciencia como anillo de hierro. Esos pechos soberbios, libres de tela. Le encanta estar desnuda. Gira en la luz. Se ampara en ella.
    Los grandes amantes están en el infierno, dice el poeta. Incluso ahora, mucho después, no puedo destruir las imágenes. Perduran en mi interior como las ansias de un adicto. Sólo necesito oír ciertas palabras, ver algunos gestos, y mis pensamientos se derrumban. Me desprecio por pensar en ella... "

         James Salter.

        ( Foto de Stephant Philippe )

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