En mi casa había un libro de John Dos Passos, era de mi padre y recuerdo perfectamente el lugar en el que estaba. Años después, leí "Manhattan Transfer" en otra edición pero nunca he olvidado la habitación, el anaquel y el lugar en el que se encontraba.
" Anna echó a correr por el pasillo lleno de baúles y una vez en la alcoba se tiró sobre la cama. Las mejillas le ardían. Se quedó un rato tendida esforzándose en pensar. De la cocina llegaban los sollozos furiosos y monótonos de la vieja.
Anna se sentó en la cama. En el espejo frontero divisó su cara llena de lágrimas y su pelo todo alborotado. " Dios mío, qué visión " suspiró. Al ponerse en pie uno de sus tacones pisó la trencilla de su vestido. El vestido se desgarró de golpe. Anna se sentó en el borde de la cama y lloró, lloró… Luego se puso a coser el rasgón cuidadosamente con puntaditas meticulosas. La costura la tranquilizó. Se encasquetó el sombrero, se empolvó la nariz copiosamente, se dio un poco de carmín en los labios, se puso el abrigo y salió. Abril probaba inesperados colores en las calles del este. Una carretilla llena de piñas despedía una dulce y voluptuosa frescura. En la esquina encontró a Rose Segal y Lillian Diamond bebiendo Coca-Cola en un puesto… "
John Dos Passos ( 1896-1970 )
( Foto de Rudy Burckhardt )
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