Clásicos que no se olvidan.
" Se les hizo encontradizo un hombre venerable por su aspecto, muy autorizado de barba, el rostro ya pasado y todas sus facciones desterradas, hundidos los ojos, la color robada, chupadas las mejillas, la boca despoblada, ahiladas las narices, la alegría entredicha, el cuello de azucena lánguido, la frente encapotada; su vestido por lo pío remendado, colgando de la cinta unas disciplinas, lastimando más los ojos del que las mira que las espaldas del que las afecta, zapatos doblados a remiendos, de más comodidad que gala: al fin, él parecía semilla de ermitaño "
Baltasar Gracián ( 1601-1658 )
( Foto de Sabine Weiss )
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