Farmacéutico, abandonó la botica por su vocación, la literatura. Dicen que fue uno de los precursores de la novela psicológica moderna. Leo La adúltera de Theodor Fontane.
" - No seamos unos burgueses convencionales, Lanni. Dicen que soy un burgués, y puede que así sea. Pero " no " soy un burgués convencional. Y si no tomo las cosas de la vida con grandeza e idealismo tampoco las tomo con mezquindad y estrechez. Te ruego que no te precipites. Mi cotización está ahora muy baja, pero volverá a subir. No soy tan presuntuoso como para creer que tú, bella y amable criatura, mimada y adorada por los mejores y los más inteligentes, me escogiste por pura inclinación o incluso por amor. Me escogiste porque eras aún joven y no amabas todavía a ningún hombre, y quizá comprendías con tu perspicaz y sano juicio que los jóvenes agregados tampoco eran héroes y semidioses. Y porque la firma de Van der Straaten tenía buena reputación. Es decir, nada de amor. Pero tampoco tenían nada " en contra " de mí, me encontrabas un poco fuera de lo común y hablabas y reías y bromeabas conmigo. Tuvimos a nuestras hijas, que son al fin y al cabo encantadoras- un mérito tuyo, desde luego- y, en fin, has vivido casi diez años con la convicción y la certeza de que no es precisamente una de las peores cosas ser una mujer joven, cómodamente arropada y la niña de los ojos de su marido, una mujer joven y mimada que puede hacer y dejar de hacer lo que quiera y, a cambio, no tiene otra obligación que mostrar un rostro amable cuando le apetezca. Ves, Melanie, tampoco ahora deseo más que eso, o mejor dicho, tampoco en el futuro quiero nada más... "
Theodor Fontane ( 1819-1898 )
( Foto de John French )
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