Cada poema cambia en virtud del instante y el lugar en el que lo encontramos. Es otra de sus magias.
" Llegaste desde el mar- como Afrodita-,
de la luna soñada por Cyrano
o de un paisaje opiáceo de Gautier,
quien sabe desde dónde.
Y me dijiste
que no eras de este mundo,
que odiabas la traición y la mentira
y que, en cualquier momento,
podías desaparecer.
Y entonces Dios,
que había imaginado el paraíso
bajo la especie de tu cuerpo,
te confió en mis brazos para siempre "
Luis Alberto de Cuenca.
( Foto de autor desconocido )
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