" Un temperamento anarquista, dionisiaco, contemplador de la naturaleza, tendrá amor por las ruinas. En el origen de este amor late quizá un fondo de odio contra la obra del hombre.
Hay en nuestro corazón dos fuerzas impulsivas: una constructora, clara, apolínea, que intenta crear una obra separándola de la naturaleza. Esta fuerza nos impulsa hacia la ciencia , hacia el arte; nos lleva a poner marco a las cosas para separarlas del cosmos ciego y dominado por la fatalidad.
La otra fuerza es la tendencia dionisiaca, pánica, que ansía fundir las cosas en el Gran Todo, romper marcos y deshacer lo artificial para volverlo a naturalizar.
El Baco que llevamos dentro no gusta que su campo se acote, como no les gustaría, si pudieran opinar, esta limitación de la naturaleza al jabalí y al oso… "
Pío Baroja ( 1872-1956 )
( Foto de André Kertèsz )
1 comentario:
De las dos fuerzas, me gusta más:
"La otra fuerza es la tendencia dionisiaca, pánica, que ansía fundir las cosas en el Gran Todo, romper marcos y deshacer lo artificial para volverlo a naturalizar.
¡Qué bueno!
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