Quevedo es grande. Amor, tiempo y muerte.
" Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, desotra parte en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
medulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán cenizas, más tendrán sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado "
Francisco de Quevedo ( 1580-1645 )
( Foto de autor desconocido )
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