En la mesilla de noche de mi dormitorio tengo autores clásicos. Llevan tiempo en mi vida y seguirán siempre.
" ¡ Oh, amor, amor ! ¿ Quién te dio tanto poder ? ¿ Quién te puso nombre que no te conviene ? Si amor fueses, amarías a tus sirvientes. Si los amases, no les darías penas. Si alegres viviesen, no se matarían, como ahora mi amada hija. ¿ En qué pararon tus sirvientes y sus ministros ? La falsa alcahueta Celestina murió a manos de los más fieles compañeros de ella, para su servicio emponzoñado, jamas halló. Ellos murieron degollados, Calisto despeñado... Estos todo causas. Dulce nombre te dieron; amargos hechos haces.
Del mundo me quejo... "
Fernando de Rojas ( 1476-1541 )
( Foto de autor desconocido )
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