Día lento. Aperitivo en un bar que no conocía, la gente casi a gritos. Mi mente y mi corazón, fuera.
" Al parecer nuestra muerte está concertada para un instante preciso del insondable futuro. Eso lo sabía bien, por ejemplo, el Mago Berlín, que aun consciente de que a Nínive, la muchacha que le había secuestrado la sensatez, la guiaban los espíritus del Mal, la obedeció ciegamente cuando le pidió que abriera una puerta en una montaña y entraran dentro. Berlín lo hizo aunque no ignoraba que cuando estuviera dentro de la montaña, la muchacha cerraría la puerta y lo dejaría allí sepultado para siempre... "
Juan Bonilla.
( Foto de autor desconocido )
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