martes, 8 de marzo de 2016
ESPÍAS.
En el despacho, nuevos olores. Un incienso extraño que se quema bien y deja un humo acogedor. El té verde ayuda.
" También la belleza puede elevar sobre el peligro; cuando ella nos embelesa se desvanece el miedo a la muerte. Quizá sea el último fantasma antes de la caída del telón. Cuando los dos espías del emir Musa hubieron escalado los muros de la Ciudad de Latón y miraron hacia abajo, batieron palmas como en el teatro y gritaron : " ¡ Qué hermosa eres ! " Luego saltaron al suelo y murieron estrellados"
Ernst Jünger ( 1895-1998 )
( Foto de autor desconocido )
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