Leer los cuentos de Clarín siempre emociona.
" Pasaron algunos años y he vuelto a ver a Violeta. Está hermosa, a la griega, como siempre, aunque más gruesa que antes. Hace días me presentó a su marido, el conde de La Pita, capitán de caballería, hombrachón como un roble, hirsuto, de inteligencia de cerrojo, brutal, grosero, jinete insigne, enamorado exclusivamente del " arma ", como él dice, pero equivocándose, porque al decir "arma " alude a su caballo. También se equivoca cuando jura ( ¡ y jura bien ! ) que para él no hay mas creencia que el espíritu de cuerpo; porque también entonces alude al cuerpo de su tordo, que sería su Pílades, si hubiera Pílades de cuatro patas y si hombres como el conde de La Pita pudieran ser Orestes. El tiempo que no pasa a caballo lo da La Pita por perdido; y, en su misantropía de animal perdido en una forma cuasi humana, declama, suspirando o relinchando, que no tiene más amigo verdadero que su tordo.
Violeta, al preguntarle si era feliz con su marido, me contestaba… "
Leopoldo Alas, " Clarín " ( 1851-1901 )
( Foto de auto desconocido )
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