sábado, 23 de mayo de 2009

OLOROSO " DON NUÑO".


Después de almorzar me tomo la última copa- no había para más- de un oloroso Lustau, "Don Nuño", un vino que lleva sabores de nueces. La botella me ha acompañado muchas tardes melancólicas y, ya vacía, la guardaré de recuerdo. La bodega Lustau es una de las mejores bodegas de Jerez, una bodega a la que le tengo mucho cariño. Benito Pérez Galdós, en su narración corta titulada "Theros", alaba el vino de Jerez.

" Es del color de oro y tiene el sabor de la lisonja. Beberlo es tragarse un rayo de sol. Es el jugo absoluto de la vida, que lleva en sus luminosas partículas fuerza, ingenio, alegría, actividad. Su delicado aroma se parece a un presentimiento feliz; su gusto estimula la conciencia corporal. Engaña al tiempo, borra los años y aligera las cargas que nos hacen doblar el fatigado cuerpo. Lleva en sí un espíritu poderoso que se une al nuestro, y juntos forman una especie de seráfico genio "

Benito Pérez Galdós (1843-1920)

2 comentarios:

Akseh dijo...

Esta presentación que haces del vino de Jerez "Don Nuño" y la maravillosa descripción de Galdós me llevan a servirme una copita, a ver si se me aligeran las cargas y se me refuerza el ingenio.

Un saludo

Anónimo dijo...

Como se ha dicho siempre, aunque cada vez se conoce menos: la manzanilla es de Sanlúcar (la ciudad que menos contrastes tiene de temperatura), el fino es de El Puerto de Santa María y el oloroso de Jerez de la Frontera; que no es más que el vino fino dejado más tiempo (ya es solera) y con más contrastes de temperatura. El solera seco tiene un sabor tan especial que no encuentro otro vino que se le pueda parecer. Cada vez que describo su sabor descubro que la mayoría de la gente no lo conoce. Aunque parezca mentira este vino se conoce poco y tal vez muchos ingleses en este punto nos dan una gran lección.

Juan A. León