miércoles, 22 de abril de 2009

" MANHATTAN TRANSFER "


Cada nueva lectura de Dos Passos trae savia nueva; sus libros no envejecen nunca. La primera edición que leí de " Manhattan Transfer " me supo a garitos neoyorkinos, mujeres fatales y juegos peligrosos. Rescato el libro y me deslumbra con sus metáforas.

" ...En la vacía y oscura bruma del río, el embarcadero bosteza de pronto, negra boca con una garganta de luz. Herf cruza rápidamente una negrura cavernosa y desemboca en una calle esfumada por la niebla. Luego sube una cuesta. Bajo sus pies pasa la vía del tren, el lento trepidar de un tren de carga, el silbido de una locomotora. En la cumbre de la colina se para y mira hacia atrás. No ves más que la niebla perforada por una fila de arcos voltaicos. Luego reanuda la marcha entre hileras de casas que le parecen de otro mundo, gozando en respirar, en sentir palpitar sus arterias, en oir sus propios pasos. Poco a poco la niebla se disipa, la luz perla de la mañana se filtra no se sabe por dónde.

El sol le soprende andando por un camino de cemento, entre vertederos llenos de humeantes montones de basuras. El sol brilla rojo a través de la niebla, sobre cabrias herrumbosas, sobre esqueletos de camiones, osamentas de Fords, masas informes de metal corroído (...) Un enorme camión de muebles, brillante y amarillo, ha parado a la puerta.
- Oiga, ¿ me deja usted subir?- pregunta al hombre pelirrojo que lleva el volante.
-¿ A dónde va?
-No lo sé...Bastante lejos "

John Dos Passos (1896-1970)

2 comentarios:

Lu Serrate dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Lu Serrate dijo...

Un día, deberías doparte, subirte a un avión e irte a visitar Nueva York...estoy convencida que te encantaría.
Un beso grande.