martes, 21 de abril de 2009

HÁZMELO VER...


Leo una buena entrevista al escritor Juan Marsé, un merecido Premio Cervantes, y me he reído mucho. Siempre me ha gustado Marsé, es un gran escritor y su " pijoaparte" era rondeño. "Últimas tardes con Teresa " la leí con imaginación adecuada, espíritu gozoso y anhelos nada contenidos...

" La novela estuvo bastante tiempo censurada. A traves de unas gestiones de Carlos Barral mantuve una entrevista con uno de los máximos responsables del Ministerio de Información y Turismo. Fue una entrevista memorable. Era un hombre cordial que dijo que había leído la novela y le había gustado pero que yo debía comprender que los censores eran gente mayor, de otra época, y se excitaban al leer como eran los muslos o los pechos de Teresa. Yo iba diciendo " claro, claro". Me aconsejó que si en lugar de muslos escribía entrepiernas y en lugar de pechos senos la novela podría pasar la censura porque eran palabras que excitaban menos la líbido. Seguí diciéndole " claro, claro " pero, claro, no hice puñetero caso"

Juan Marsé.

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