martes, 1 de febrero de 2011

UNAS CARTAS.


Un rato con Madame de Sévigné ahuyenta aburrimientos.

" Recibo en este momento vuestra carta del 31 de marzo; todavía no he encontrado la manera de leerlas sin mucha emoción. Veo toda vuestra vida, y no encuentro a nadie más que Monsieur de Grignan que os entienda. ¿ Así que no sois bella, no tenéis talento, no danzáis nada bien? ¡ Ay ! ¿ Es esta mi hija querida ? Mucho me costaría reconoceros en semejante retrato.

Diré a Monsieur de La Rochefoucauld todas las locuras que decís a propósito de los canónigos, y eso que creéis que es por eso que se ha nombrado al devoto sexo femenino. Es un placer contaros bagatelas, respondéis muy bien, y os beso mil veces por haberme agradecido los abanicos, tomando así parte en el placer que me dio regalároslo : eso es lo único que debe hacéroslos amar. ¡ Ay, hija mía !, haced que tenga tesoros... "

Madame de Sévigné (1626-1696 )

( Foto de Nina Leen )

2 comentarios:

Ula dijo...

Tengo dos hijas adoptivas, muy jóvenes y muy bellas, pero ambas tienen ya un hijo y varias relaciones amorosas.
Me quedo con ellas y con sus hijos de vez en cuando, y me hace gracia esta Madame porque me gustaría hablar con ella cara a cara.
Nuevos tiempos, Madame. Hoy ha sido el cumpleaños de una de mis queridas alumnas y el regalo ha sido la música y las revistas de Justin Bieber.
Así es la cosa. Vivir para ver y sentir.
Saludos

Ula dijo...
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