Noche de Reyes Magos de Oriente. Antes de irme a cenar con los amigos, cartas...
" Queridos Reyes Magos, no me he portado bien
y además, os escribo cuando no queda tiempo
para que recibáis antes de Epifanía
estas letras, de modo que no albergo esperanza
de que podáis traerme nada de lo que os pido.
Creo que ni siquiera voy a echar al buzón
esta carta. Tan sólo quiero dar rienda suelta
a ciertas fantasías, para irme despidiendo
poco a poco de ellas y, al cabo, convertirme
en alguien come il faut, que me hace mucha falta.
Os pido, sobre todo, que, de una buena vez,
me traigáis un criterio fiable sobre aquello
que pensáis que es lo bueno, y sobre lo que es malo,
y sobre la verdad, y sobre la mentira,
y sobre lo que es bello, y sobre lo que es feo;
que, ahora que soy mayor y que tengo a la muerte
cada vez más a mano, tiendo a mezclarlo todo.
Y también os pregunto qué hay que hacer cuando asoma,
sin llamar, por la puerta de mi casa la jeta
de esa araña peluda que, eufemísticamente,
llaman tercera edad. Si vosotros, que estáis
instalados en ella, y sois reyes y magos,
no sabéis contestarme, ¿ quién va a poder hacerlo ?
Finalmente, y por dar un respiro a la angustia,
¿ no podríais deje huellas de vuestro paso
por mi cuarto de estar ? Pastas mordisqueadas,
tazas vacías, barro en la alfombra, pelusas
de armiño en el estante donde tengo los libros
de Cazotte y las Obras de Tomás de Iriarte,
cualquier señal, cualquiera, de que existís, no importa
cuál sea esa señal. Gracias, un fuerte abrazo,
y hasta el año que viene "
Luis Alberto de Cuenca.
( Foto de Erich Lessing )
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