miércoles, 15 de julio de 2015
ADELAIDE.
Días de playa y sin conexión a internet. Me encuentro con una red libre y aprovecho para entrar en la bitácora, la echaba de menos.
Muchos libros y paseos.
" Adelaide hubiese desviado, si pudiese una señal, con alguna expresión desesperada de desacuerdo, hubiese maniobrado la voz de Muriel hasta hacerla marchar por otro sendero. Sintiéndose como una niña enguantada, en medio del olor a devocionarios, y del cosquilleo del almohadoncillo de crin de caballo, sentía cierta punzada aguda por la madona de Muriel. Muriel Murillo, dijo Adelaide. Y judía. Y Juan, medio comprometido en la defensa del general Franco, levantándose a morder el Murillo de Muriel.
Su mente se quedó en blanco. Si pudiese pasar a cualquier otra cosa, por ejemplo a Bach. Los españoles siempre la asustaban, sus ojos. Juan o Eden Standish, en campos opuestos. Sí, asustaban, las convicciones que otros tenían de las cosas que ella no comprendía. Ella prefería recordar a Juan de agregado, el de hacía diez años, aquellas comidas elegantes en el Ritz. Algo en las hojas de la viña. Que se disipó con una voz... "
Patrick White ( 1912-1990 )
( Foto de autor desconocido )
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