Cerca del Parque de María Luisa me cruzaba con ella todos los días, estudiaba C.O.U. en la Compañía de María y dejaba en el aire un sueño a primaveras. Hizo farmacia y olvidé hasta su nombre. Encuentro cartas de 1982, el tiempo no es notario de nada.
Un rato con Cyril Connolly.
·" Ningún sufrimiento de la vida es comparable al que dos amantes son capaces de infligirse mutuamente. Esto debe quedar claro a todos los que consideren semejantes uniones. Evitar ese dolor constituye el comienzo de la sabiduría, ya que es lo bastante fuerte para contaminar la vida entera. Y ya que puede ser evitado siguiendo ciertas reglas similares a las del matrionio cristiano, éstas proporcionan incluso al no creyente una justificación " de facto ". Comenzamos a hacer sufrir a quienes amamos cuando el sentido de la culpa con el que nacemos se hace intolerable , y dado que todos aquellos a quienes amamos intensa y continuamente se convierten en parte de nosotros, y dado que nos odiamos a nosotros mismos en sus personas, así nos torturamos a nosotros mismos y a ellos al mismo tiempo.
El objetivo del Amar es acabar con el Amor. Lo logramos a través de una serie de amores infelices o, sin el estertor de la muerte, gracias a uno que es feliz.
Una relación física que colme mutuamente a dos personas es la sensación más excepcional que la vida puede proporcionar. Pero no es del todo real. Cesa en cuanto suena el teléfono. Semejante pasión puede preservar su fuerza inicial añadiéndole o bien mas infelicidad ( celos, separaciones, duda, renuncia ) o más artificialidad ( alcohol, técnicas, efectos teatrales ). Aquel que no haya vivido esto no ha vivido de verdad; quien vive exclusivamente para ello sólo está en parte vivo "
Cyril Connolly ( 1903-1974 )
( Foto de Zoe Ghertne )
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