Ayer, presentación en " La república de las letras " de dos buenos libros. El de mi compadre, José María Herrera y el de Alfonso Armada. Un rato maravilloso y ameno, algo que se echa en falta en estos en tiempos.
" El adulterio, pecado que amenaza la estabilidad social y la continuidad genética de los linajes, fue positivo para las casas reales. La costumbre de casarse solo con personas del mismo rango y, a la larga, emparentadas entre sí, representó una amenaza biológica con consecuencia desastrosas para las principales dinastías. La aportación clandestina de sangre fresca renovaba el legado cromosómico, lo cual resultó a menudo una bendición para las familias regias. En el caso de Arturo y Ginebra... "
José María Herrera.
( Foto de autor desconocido )
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