Mis hijos en la feria. La casa con esa soledad a la que me acostumbro poco a poco.
Leer a Ribeyro es siempre un regalo.
" A mí los tullidos, los tarados, los pordioseros, los parias. Ellos vienen naturalmente a mí sin que tenga necesidad de convocarlos. Me basta subir a un vagón de metro para que en cada estación, de uno en uno, suban a su vez y vayan cercándome hasta convertirme en algo así como un monarca siniestro de una Corte de los Milagros. La juventud, la belleza en el andén del frente, en el vagón vecino, en el tren que se fue. En cuantas bifurcaciones de los pasillos del metro he perdido para siempre un amor "
Julio Ramón Ribeyro ( 1929-1994 )
( Foto de Lou Stoumen )
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