lunes, 6 de junio de 2016

" ORATORIO "


                Poemas rescatados.

    " Un sitio para el olvido.
       ¡ Qué extraño tiempo ! ¡ Qué nevado cielo,
       tan imposible para el profundo
       sonido de angélicos metales !

       A la boca me sube el alma de la tierra.
       Siento su peso y su sabor. Soy tierra enamorada,
       parte de tierra y aire.
                                        Tan tierra soy
       que resucito de entre los vivos
       todos los días,
       cuando las aves del desierto dejan
       su sombra y su mensaje.

       ¡ Cuánto amor enterrado
       a puñados ! Cuánto
       silencio en mi corazón ! "

          Victoriano Crémer ( 1906-2009 )

           ( Foto de Robert Doisneau )



2 comentarios:

El lejano dijo...

Crémer es un excelente poeta, demasiado olvidado. Pero saldrá un día de su purgatorio, porque es mucho mejor que otros que suenan mucho más.

Cuando yo tenía 17 años, siendo leonés como él, tuve la osadía (ahora me parece casi increíble) de enviarle (al periódico donde escrbía - "La Voz de León", creo) un "libro" de poemas (malísimos) hecho a mano. Y él, que entonces tenía unos 70 años, me escribió una carta (a máquina) muy amable dándome su número de teléfono para que le llamara. Y yo, con el descaro que da la juventud, le llamé un domingo por la tarde y hablé con él más de una hora. Me dio muchos ánimos para seguir escribiendo y muchos excelentes consejos, sobre todo de lectura. Le conté que en la facultad hacíamos una revista de literatura y me dijo que fuéramos a verle con ella y que esperaba mi llamada para organizar la cita. Pero cuando se lo conté a mis amigos, la idea no les gustó nada. Crémer era para ellos un poeta anticuado, de una generación totalmente pasada de moda. Y yo no volví a llamarlo ni me atreví a ir a verlo al periódico, como me había invitado a hacerlo.

Estábamos a finales de los setenta y los poetas en boga entonces eran sobre todo Blas de Otero, Celaya, Ángel González, Gil de Biedma, y en menor medida (aunque para mí eran los mejores) Francisco Brines y Claudio Rodríguez. Sobre el primer libro de este último, "Don de la ebriedad", hice en el segundo año de la facultad un "estudio" (había que escoger un libro y analizarlo seriamente), que también tuve la osadía de mandarle. Él también me contestó (a mano) una carta muy benévola, agradeciéndo mucho mis elogios, que eran muy sinceros (es un libro que me deslumbró a los 17 años y que me sigue pareciendo extraordinario muchos años después).


José María. dijo...



Coincido en muchas de tus apreciaciones. No me gusta nada Gabriel Celaya ni Ángel Gonzalez y me gusta mucho Claudio Rodríguez.

Conocí a Victoriano Crémer en Córdoba y me pareció un estupendo poeta, un poeta del que me sentí cercano.

Saludos.

José María García-Vellido.