Ordeno los libros de mi dormitorio. Entre ellos, estampas y recordatorios de hace tiempo.
Llega un buen amigo.
" Tengo un hijo de cuarenta y dos años ridículo. Ridículo porque es hijo mío, encarcelado en su matrimonio debido a que yo huí del mío, la importancia que eso ha tenido para él y la protesta contra mi vida personal que se ha obstinado en hacer suya. La ridiculez es el precio que paga por haber sido transformado demasiado pronto en un Telémaco, pequeño y heroico defensor de su madre desatendida… "
Philip Roth.
( Foto de Horst P. Horst )
No hay comentarios:
Publicar un comentario