En la sobremesa llegan imágenes y sabores. Teníamos 17 años, ella estudiaba en el Instituto Beatriz Galindo de Madrid, se llamaba Marisa y sabía a melocotón.
" Muerdo el melocotón. Su oro chorrea
por los dientes y fluye en la garganta.
Fresca pulpa que lame el sol y canta,
iluminando cuanto me rodea.
Boca feliz que siente y deletrea
el néctar añorado y se atiranta
en la sed de una lengua que levanta
la tersa plenitud de su marea.
Ahora bebo este zumo desleído
en su cauce de aroma y de caricia.
Es el sensual instante en que mi mano
abre otra vez el fruto sostenido,
para sorber su carne en la delicia
de esta hora radiante de verano "
Justo Jorge Padrón.
( Foto de autor desconocido )
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