sábado, 6 de septiembre de 2014
ESE DESALIENTO ÍNTIMO.
En Marbella, cada mes de julio nos cruzábamos con Mario Vargas Llosa en el parque. Lo saludábamos y uno tenía la sensación de que la tarde era más gloriosa. Después, unas cervezas en cualquier bar escondido y la noche con el rumor de las olas.
Recuerdo esos tiempos.
" Contuvo un instante la respiración, clavó las uñas en la palma de sus manos y dijo muy rápido : " Estoy enamorado de ti ". Vio que ella enrojecía bruscamente, como si alguien hubiera golpeado sus mejillas, que eran de una palidez resplandeciente y muy suaves. Aterrado, sintió que la confusión ascendía por él y petrificaba su lengua. Deseó salir corriendo, acabar: en la taciturna mañana de invierno había surgido ese desaliento íntimo que lo abatía siempre en los momentos decisivos… "
Mario Vargas Llosa.
( Foto de autor desconocido )
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