Hace unos días, recomendé encarecidamente a Arturo Barea. Un escritor que admiro y que fue compañero de varios familiares de mi padre, en las absurdas guerras coloniales africanas. Busco páginas recordadas.
" El calor de agosto disuelve el almidón. El interior del cuello planchado se convierte en un trapo húmedo y pegajoso; la tela exterior conserva su rigidez, y sus aristas rozan la piel sudorosa.
Cuando trato de procurarme alivio metiendo el pañuelo entre mi piel y el cuello de la camisa, surge en mi mente la imagen del tío José introduciendo su pañuelo de seda cuidadosamente doblado entre su fuerte garganta y el pañuelo almidonado, mientras esperábamos la diligencia para ir a Brunete. Hace treinta años.
Odio esperar en el calor.
En treinta años mueren muchos hombres y muchas cosas. Se siente uno como rodeado de fantasmas o como si el fantasma fuera uno mismo "
Arturo Barea ( 1897-1957 )
( Foto de Robert Capa )
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