Llevaba tiempo sin tomarme una Voll -Damm helada. En la azotea, miradas al infinito y poema.
" Donde muere la muerte,
porque en la vida tiene tan sólo su existencia.
En ese punto oscuro de la nada
que nace en el cerebro.
Cuando se acaba el aire que acariciaba el labio,
ahora que la ceniza como un cielo llagado,
penetra en las costillas con silencio y dolor,
y un pañuelo mojado por las lágrimas se agita
hacia lo negro.
Beso tu carne aún tibia.
Fuera del hospital, como si fuera yo, recogido
en tus brazos,
un niño de pañales mira caer la luz,
sonríe, grita, y ya le hechiza el mundo
que sabrá abandonarle.
Madre, devuélveme mi beso "
Francisco Brines.
( Foto de Escher Károly )
1 comentario:
Qué bueno, Almirante. José Mercé y esa canción venida de las tierras que habito y visito.
La muerte no está nunca, no puede estar si estamos nosotros, jaja.
Saludos
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