sábado, 13 de noviembre de 2010

LA MINUCIA Y EL ESCRÚPULO.


Los sábados, algunos periódicos se convierten en pura crónica social. Acabo de leer cosas que me dejan perplejo, pero el mercado manda. Es mejor charlar con Marguerite.

" Mi padre, Elio Afer Adriano, era un hombre abrumado de virtudes. Su vida transcurrió en administraciones sin gloria; su voz no contó jamás en el Senado. Contrariamente a lo que suele ocurrir, su gobierno de África no lo había enriquecido. Entre nosotros, en el municipio español de Itálica, se agotaba dirimiendo conflictos locales. Carecía de ambición y de alegría; como tantos otros hombres que se van eclipsando de año en año, había llegado a ocuparse con maniática minucia de las insignificancias a las cuales se dedicaba. También yo he conocido esas honorables tentaciones de la minucia y el escrúpulo. La experiencia había desarrollado en mi padre un extraordinario escepticismo sobre los seres humanos, y en él me incluía siendo yo apenas un niño. Si hubiera asistido a mis éxitos, no lo habrían deslumbrado en absoluto; el orgullo familiar era tan grande que nadie hubiera admitido que yo agregaba alguna cosa... "

Marguerite Yourcenar (1903-1987 )

( Foto de Hedi Slimane )

No hay comentarios: