lunes, 12 de enero de 2009

EL CASTIGO


El día que nací, alguien escribía un cuento lejos de Ronda; era el 31 de marzo de 1961 y nunca imaginé que ese cuento me lo regalaría, hace años, una vieja amiga nórdica. Es de Pedro Gómez Valderrama; abogado, ministro y escritor colombiano del que ya avisé en esta bitácora de su magia literaria.

"...En la Edad Media, a lo largo de toda Europa, era usual, cuando un hombre de estirpe noble cometía un delito que mereciese pena corporal, aplicar ese castigo a su sombra. Pero se cuenta que en el sur de Francia, un barón feudal cometió un monstruoso crimen contra las gentes de un pueblecillo de sus dominios, las doncellas del cual fueron hechas prisioneras y entregadas a la ferocidad de las gentes del barón, que volvían de la Cruzada.

Las gentes del pueblo resolvieron vengar la afrenta y castigar a los culpables, y en una emboscada capturaron al barón y a sus tres tenientes, y los sometieron a juicio. La pena decidida fue la decapitación. El barón , en nombre de los tres, manifestó que por su noble cuna estaban amparados por el privilegio de que la pena corporal se aplicase no a sus personas físicas , sino a sus sombras.

El Consejo del Pueblo aceptó y dispuso que así se hiciese. Y por eso se dispuso también-como en efecto se hizo- que la decapitación tuviese lugar en la plaza del pueblo, a la hora del mediodía "

Pedro Gómez Valderrama (1923-1992)

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