" -Amigo mío- dijo-, no creas que es tan sencillo mi oficio. La encuadernación de libros requiere muchísima atención y un gusto de verdadero artista. Es preciso conocer el contenido del libro, para que hasta en su funda quede claramente expresada el alma de la obra. Es posible llevar el hálito del otoño a la portada de un libro melancólico mediante el color de las hojas de árbol caídas y secas. Depende de cómo escojas el papel que vas a utilizar. Con determinados colores puedes imitar hábilmente el amor o los rayos de sol. ¡ Y mucho todavía más si encuadernas en piel ! Por la calidad de la encuadernación puede deducirse el contenido del libro "
Lajos Zilahy ( 1891-1974 )
( Budapest. Foto de Kozák Lajos )
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