" En la pequeña sala del juzgado,
sobre la claraboya de luz gris
rompe la lluvia como el mar.
Un pie se balancea de impaciencia.
los gastados espejos de las togas
reflejan nuestra culpa.
La ley no ve lo extraño como extraño
y en los sótanos guarda
piezas de convicción igual que el género
de algún trapero; pilas de legajos
atados con las cuerdas de la muerte.
Pesa la lluvia, sus murmullo dice
que el mal es personal y el bien, común.
Oscurece : las togas se despliegan
como grandes murciélagos en el atardecer.
Todos tenemos rostro de culpable
y un vieja mirada de fiscal "
Joan Margarit.
( Foto de autor desconocido )
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