sábado, 13 de febrero de 2010

CALLE CERRILLO.


En la calle Cerrillo de Ronda, había un horno de pan. De niño iba todos los días a comprar allí y escuchaba historias de esa calle. Nunca he olvidado los olores que desprendía el horno y a una vieja que compraba y reía cuando me acariciaba el pelo. Ya decía Rilke...

" Porque acaso no se es de ningún país
más que del país de la infancia"

Rainer Maria Rilke (1875-1926)

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