Recordaba poco de " La extraña", novela de Márai que leí hace años. Con el aperitivo, vuelvo y todo sabe mejor.
" Llevaba unos meses viviendo con la mujer desconocida, cuando empezó a asombrarlo que la felicidad y el placer, o sea, aquel estado anímico extraordinario que suele considerarse la única recompensa por los sufrimientos terrenales, en realidad se parecía muy poco a lo que había imaginado. (...) Comenzó a comprender que la felicidad no podía considerarse una propiedad privada que uno adquiere un día, como una herencia, y luego ya sólo tiene que cuidarla y evitar que se la roben o que pierda valor. La felicidad había que descubrirla cada media hora, cada minuto, se manifestaba de forma impredecible... "
Sándor Márai ( 1900-1989 )
( Foto de Harold Feinstein )
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