Viejos libros, viejos discos, viejos lugares.
" No creemos inútil decir aquí dos palabras sobre las comidas en casa del Ministro de Estado, porque... los diplomáticos no deben tratarse en la cuestión de comida peor que los Prelados, puesto que una buena mesa forma parte de sus funciones; y, como éstas les obligan siempre a obsequiar y agasajar a huéspedes de las más elevadas clases sociales , a quienes es conveniente inspirar buen humor ( y nada predispone mejor para este fin como una buena bodega y una cocina delicada), las comidas diplomáticas se imponen a los Jefes de Misión y al Ministro de Estado, como el mejor terreno neutro para ciertas negociaciones, para suavizar asperezas y desvanecer temores... "
Antonio de Castro y Casaleiz ( 1856-1918 )
( Foto de Virgilio Carnisio )
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