Al mediodía en Montoro, nubes y calor. De vuelta a casa, la carretera se hace eterna.
Cantos de la Ilíada.
" Héctor, al verle, se puso a temblar y ya no pudo permanecer allí, sino que dejó las puertas y huyó espantado . Y el Pelida, confiando en sus pies ligeros, corrió tras él..."
Homero ( Siglo VIII a. C )
( Foto de autor desconocido )
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