Me dejan un libro de cuentos oportunos para la siesta. En el sillón, Lucia Berlin, parece que habla con un acento extraño y busco a Morfeo.
" Llevo años trabajando en hospitales, y si algo he aprendido es que cuanto más enfermo está un paciente, menos ruido hace. Por eso los ignoro cuando llaman por el interfono. Soy administrativa de planta, mis prioridades son pedir fármacos y suero intravenoso, mandar a los pacientes a quirófano o a Rayos X. Por supuesto al final contesto a las llamadas, normalmente para decirles " ¡ La enfermera irá en seguida ! ", porque tarde o temprano aparecerá por allí. Mi actitud hacia las enfermeras ha cambiado mucho. Solían parecerme inflexibles y despiadadas. Ahora sé que el problema es el hartazgo. He comprendido que su indiferencia es un arma contra la enfermedad. Combátela, acaba con ella. Ignórala, si quieres. Ceder a los caprichos de un paciente solo sirve para que le tome el gusto a estar enfermo, esa es la verdad pura y dura… "
Lucia Berlin ( 1936-2004 )
( Foto de Jean Roubier )
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