viernes, 4 de diciembre de 2009

AL BORDE DEL ABISMO.


Reconozco que Iam McEvan es pesimista, escribe con dureza y plantea enigmas sin solución. Llevo dos horas con "Entre sábanas" y descubro demasiados escondites mentales. Es un libro de lectura recomendable para aquellas personas que sospechan del alma humana y sus secuelas de desamparos.

" - No tengas miedo- susurré-, no tengas miedo.

Me deslicé fácilmente dentro de ella, con la suavidad de una nave gigante que atraca de noche en un puerto. La fugaz llamarada de dolor que vi en sus ojos quedó sofocada por largos y ágiles dedos de placer. Jamás he experimentado placer semejante, una armonía tan absoluta...

Casi absoluta, pues he de confesar que hubo una sombra que no pude disipar. Había sido virgen, pero ahora era una amante exigente. Me exigía el orgasmo que no podía proporcionarle, no me soltaba, no me dejaba descansar. Durante toda la noche se balanceó sin cesar al borde del abismo, de la liberación que brinda esa muerte tan gentil...Pero nada de lo que hice, y lo hice todo, lo di todo, pudo llevarla hasta allí. Finalmente , cuando serían las cinco de la mañana, me aparté de ella, delirante de fatiga, angustiado y dolido por mi fracaso... "

Iam McEvan

1 comentario:

Ula dijo...

Qué bueno el texto. Esto de los orgasmos depende mucho del poder de la mente. Por eso no pudo ser.
Un saludo