Día primaveral en Córdoba, al salir de ponerme la vacuna de la gripe miro la luna, luna de mi infancia, luna de azotea.
" No valoraba su talento. Le ocurría lo mismo con el cóctel, con su dominio de la técnica festiva; tampoco lo apreciaba. Para ella cambiar de interlocutor cincuenta veces en una tarde era normal. Algo tan sencillo como respirar. Afrontaba en cada caso a los desconocidos con una calidez tan específica que cada una quedaba con la ilusión de haber sido distinguido por ella. Dominaba ese arte tan difícil de abandonar a una persona y dirigirse a otra sin humillar a la primera... "
Miguel Delibes ( 1920-2010 )
( Foto de autor desconocido)


No hay comentarios:
Publicar un comentario