Raymond Leppard y la voz de Janet Baker. Me traslado lejos, muy lejos.
" Nos levantamos de la mesa, y al tumulto de las risas se mezclaron los caprichos armoniosos, arrancados al azar sobre el piano por dedos ligeros.
Olvidé, pues, toda preocupación. Surgieron centelleos de ingenio, confesiones ligeras, besos vagos semejantes al ruido de pétalos de flores que las mujeres distraídas hacen estallar entre los dedos, fulgores de sonrisas y diamantes : la magia de los profundos espejos reflejaba silenciosamente hasta el infinito, en largas hileras azuladas, luces y gestos "
Villiers de L´Isle-Adam ( 1838-1889 )
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