Hay textos de Eduardo Jordá a los que vuelvo. Un placer.
" El harén, o Serrallo si lo decimos a la turca, es el edificio palaciego que suele interesar más a los occidentales. Es natural. En el imaginario occidental, el refinamiento erótico está unido a la vida amorosa de los sultanes. Éstos tenían gustos muy peculiares, cosa muy natural en gente tan experimentada. Cuando hacíamos cola para entrar en el Harén, el señor Keskioglu me dijo:
- Los bajás turcos sólo se dignaban a amar a una mujer si la medida de su cintura era igual a la de la circunferencia de su cabeza.
Calculé que habría un eunuco especializado en medir las cabezas de las mujeres del Harén, y que otro eunuco mediría sus cinturas... "
Eduardo Jordá.
( Foto de Ara Güler )
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