Los veranos perdidos. Esas sensaciones que traían los campos, las playas en la adolescencia.
" Eran melancólicas las tardes de verano. Abrían los deseos, ponían a la esperanza en carne viva. Comenzábamos a sentir la inutilidad forzada, el dulce desperdicio de las horas, las manos delicadas de la angustia. Y al mismo tiempo un enriquecimiento, la seguridad de que la tarde no se iba, que se quedaba alta sobre nuestra vida con sus números y olores, con su realidad de ensueño y esperanza "
José Antonio Muñoz Rojas ( 1909-2009 )
( Foto de autor desconocido )
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