En el paseo descubro una calle desconocida, he pasado cerca de ella mucha veces y nunca me había fijado; al final de la misma, una casa extraña me llama la atención. Una casa que parece de otro lugar y de otro tiempo.
En casa, té y libros.
" Brotó a las 2.33 de la tarde de aquel día que todos, por razones obvias, preferiríamos olvidar. Rodó por su mejilla pálida, se detuvo durante apenas una centésima de segundo en un lunar rugoso, que hizo la función de dique; se desvió finalmente de su cauce lineal, buscando el abismo, y siguió descendiendo, cada vez más extenuada.
Cuando alguien le tendió un pañuelo, ella se secó la lágrima.
Según cuentas quienes saben, la lágrima se secó del todo en el pañuelo a las 2,42 de ese día que todos, por razones obvias, preferiríamos olvidar "
Felipe Benítez Reyes.
(( Foto de autor desconocido )
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