Mi compadre, José María Herrera, me envía un estupendo soneto de Shakespeare, traducido por Pablo Rodriguez Canfranc.
Con el desayuno, versos esperanzados.
nuestros minutos se precipitan hacia el final;
cada uno cambiándose por el que le precede,
en secuenciado esfuerzo contendiendo en el avance.
El nacimiento, antaño a la luz más brillante,
hacia la madurez gatea, donde es coronado
con siniestros eclipses frente a su lucha gloriosa,
y el Tiempo, que concedió , ahora su regalo confunde.
El Tiempo desgarra la perfección puesta en la juventud,
y cava trincheras en el semblante de la belleza;
se alimenta de las rarezas de la vedad de la naturaleza,
y nada resiste la siega de su guadaña :
y aun así, mi verso esperanzado en el tiempo permanecerá
alabando tu valía, a pesar de su mano cruel "
William Shakespeare ( 1564-1616 )
( Foto de Patrick Swirc )
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