Un 21 de octubre de 1925, un paseante español se emociona en Venecia y lo cuenta :
" ...Por la tarde : Maravilloso desfile de barcas con velas de colores. El cielo, una sorda modulación de grises violáceos en luminosidad uniforme. El mar, desde mi ventana, una sucesión de verdes opacos, de violetas desvaídas hasta terminar en las brumas de Malamocco. La silueta perfecta del pueblecillo lejano. Una línea quebrada sobre la cual, delimitado por las estacas. El viento es débil. Los marineros ayudan con el remo el avance de las barcazas. Sobre el escenario , de tonos neutros, los colores cálidos de las velas se destacan graves y encendidos. La cadencia del avance parece tener la misma nobleza que el contraste estupendo de los colores. Es la Venecia gris que canta en tono menor y sabe también cantar su maravillosa sinfonía "
Ángel Sánchez Rivero (1880-1930)
2 comentarios:
Me levanto con tu blog y me quedo encantada. Voy a Venecia mucho por motivos laborales y hoy me has hecho un regalo.
Yolanda.
Es una góndola,pero podría ser otra cosa, aunque sólo a condición de que navegar en ella signifique más que navegar.
Contarini
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