Leo un escrito de soledad llena y miradas pudorosas, de rarezas urbanas y capacidad para sublimar el mundo interior y hacerlo muy visible. Me ha recordado un poema...
" Apenas la caricia de tu mano.
Mi piel es de cristal cuando me tocas.
¿ Qué apaciguada luz, qué temblor hecho brasa
se deslíe en mis ojos si me miras?
¿Dónde hiere tu risa y por qué hiere
si con ella me abres la mañana del mundo?
Tu existir hace un dios y tú me creas.
No hay mayor claridad ni otro misterio "
Abelardo Linares.
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