Era una amante profunda, su capacidad de entusiasmo era ilimitado y la vida la trató con cuchillos largos y afilados. Marina Tsvietáieva, nunca se resignó, siempre tenía la poesía. Leo junto al aperitivo sus "Confesiones" y el vermouth sabe a hielo que quema...
"... Mis primeras lenguas : el alemán y el ruso, a los siete años-el francés. (...) Mi ocupación preferida , desde los cuatro años, la lectura; desde los cinco- le escritura. Todo lo que me gustaba, me gustó antes de cumplir los siete años, después ya no me enamoré de nada. A los cuarenta y siete años puedo decir que todo lo que tenía que saber, lo supe antes de los siete, los cuarenta siguientes fueron-una toma de conciencia. (...)
En la primavera de 1902-un internado francés en Lausana, donde me quedo año y medio. Escribo versos franceses. En el verano de 1904 viajo con mi madre a Alemania, a la Selva Negra donde , en otoño, entro en un internado en Friburgo. Escribo versos alemanes. Mi libro preferido en esa época es " Lichtenstein" de Wilhelm Hauff..."
Marina Tsvietáieva (1892-1941)
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